martes, 1 de noviembre de 2011

Tú ya lo sabes

¿Qué quieres de mí, tía?
¿Qué culpa tengo yo
de que me ofrezcas calzada
y un tanque de gasolina
cuando el motor gripa,
cuando tengo las ruedas pinchadas?
Ya sabes
qué haría
si tuviera las instrucciones
para montar tu alegría.

Así que
si con razón
derramo marrón
y le pongo rejas a mi ventana,
no te empapes de amor
y súbele a la tuya la persiana;
que te muerda el sol,
y que te muerda con ganas.

Que más te voy a contar,
si tú ya lo sabes,
si tú ya lo sabes,
las palabras las puedo prender,
pero su significado no arde.

Y aunque planté
semillas de hielo
en las colinas de tu pecho
cuando me comía
el techo
por ser sincero,
espero que sepas que,
a pesar de todo,
te quiero.

Así que
si con razón
derramo marrón
y le pongo rejas a mi ventana,
no te empapes de amor
y súbele a la tuya la persiana;
que te muerda el sol,
y que te muerda con ganas.

Que más te voy a contar,
si tú ya lo sabes,
si tú ya lo sabes,
las palabras las puedo prender,
pero su significado no arde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario