sábado, 19 de noviembre de 2011

El hostal de tus ilusiones

Dale frutas
a los árboles,
moja el mar,
quema el fuego.
Invéntate tú
las instrucciones
de tu juego.
Talla tu sonrisa,
perfila tu mirada,
coge una camisa
y arráncale un todo
a la nada.
Maquilla la brisa,
refréscate la cara,
llama a unas amigas
y bebe hasta
que no recuerdes
como te llamas.
Estruja
los fines de semana,
parte en dos la cama.
Lo que a ti
te de la gana.
Vete de viaje,
mánchate el traje,
odia a quien te odia,
ama a quien te ama.
Sé una salvaje,
cuélgate boca abajo
de las ramas.
Que la vida son dos días
y ya es por la mañana.

Abre la boca
cuando se cierren las puertas.
No querrás
quedarte tuerta.
Camina con tus botas
para que nadie
te vuelva loca.
Aprovéchate
de las victorias
que traen las derrotas,
que no hay mal que
por bien no venga.
Entrega por correo
urgente tu amor,
pero que nadie
te entretenga.

Pero
no hagas de mi corazón
hostal de tus ilusiones,
porque solo
tengo una habitación
y se la están comiendo
los ratones.

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