sábado, 5 de noviembre de 2011

Cerca del suelo

Con las palmas de las
manos mojadas
por el nerviosismo,
con la espalda
arqueada
por la mochila
del pesimismo,
intento configurar
huellas en el cemento.
Pero este lápiz
sin punta no dibuja
desde hace ya
bastante tiempo.

Cerca del suelo,
las mejillas
se abren en canal
ante las afiladas piedras
de la gravilla.
Cerca del suelo,
donde siempre estoy,
cerca del suelo,
a donde siempre voy.

Los chorros de arena
que se escapan
por los agujeros del cristal
no van a llenar mi playa,
no tienen por qué llegar.
Las cosas
que no cambian
me presionan a cambiar.
Pero soy una fregona
sin manos
de limpiadora.
Un sucio calzoncillo
que no encuentra
su lavadora.

Cerca del suelo,
me parto las costillas,
noto el dolor
de la piel despidiéndose
de la postilla.
Cerca del suelo,
donde siempre estoy.
Cerca del suelo,
a donde siempre voy.

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