Se acabó.
Aquí ya está
todo el pescado
vendido.
Me jodió
que fueras
la primera
en firmar
mi carta
de despido.
Pero bueno,
que me da igual.
Al final,
pude remojar
en suero
la lejanía
de tus vestidos.
Qué importa ya.
Tú ya formas
parte de mi
olvido.
Y cuando te vea,
no te voy a saludar,
te lo juro.
Así que vuelve la cara
o pon tu culo
detrás de los muros.
Me importa una mierda.
Sé que me estoy
volviendo más duro.
Pero no me asusto.
La cuenta la pago
con tu moneda.
Porque lo que tú
me hiciste
no fue justo.
No fue justo.
Después de todo
lo que hice por ti.
Después de toda
la mierda que me comí.
Después
de dejarme
el orgullo
con el cuello partido,
soy tan, tan bueno,
que aún así,
no he puesto piedras
en tu camino.
Abre los putos ojos
y dante cuenta
de lo que has perdido.
No fue justo.
No fue justo.
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