Son las cinco
de la mañana.
¿Qué pasa
conmigo?
Debería estar
preso de los sueños,
preso del olvido.
Pero aquí estoy,
aquí sigo,
despertando amaneceres,
cociendo la oscuridad.
Esperando,
en los intestinos
de otro día más.
Untándome de noche,
comiéndome la luna
a cucharadas.
Hoy no quiero dormir,
hoy no me voy a la cama.
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