Mañana nos iremos.
Carretera y manta.
Lo dejaremos todo.
Los recuerdos gritarán
cuando el aire
se los lleve
al bajar la ventana.
Pero sabes
que no hay otro modo.
Es lo mejor,
hay que largarse
de aquí.
Habrá lágrimas
y las blancas líneas
dolerán hasta
hacernos sufrir.
Pero cruzaremos
los puentes,
las calles,
los caminos.
Cruzaremos.
Tú y yo.
Tú conmigo.
Y al llegar,
los besos
no sabrán a castigo.
Y no olvides avisarme,
porque mañana
te diré
que deberíamos
habernos ido.
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