viernes, 27 de abril de 2012

Quieto

Envuelto en manto
de negrura,
lejos del ruido
de la amargura,
siento el leve
zumbido del silencio,
suave y delicioso,
sin pinchazos de duda.
Tengo los ojos cerrados.
Ningún músculo.
Ningún pensamiento
se mueve.
Y de mi boca,
burbujas salen
hacia una superficie
con un sol de nieve.
Respiro ahogándome
y me ahogo en una botella.
Bajo el agua,
buscando mi cielo,
mis estrellas.
Colocado,
en mi sitio.
Sin que nada se mueva.
Aquí me quedo yo
con lo que de mí queda.

miércoles, 25 de abril de 2012

Pensando sobre pensado

Pensando sobre pensado.
Los pensamientos se precipitan
desde el tejado.
Y caen lágrimas de tiempo
en un reloj lleno de mares.
Esperando las balas volando,
esperando que el corazón estalle.

Y me veo a mí mismo desde fuera,
como si fuera un muñeco,
como si de mi propia voz
no fuera más que el eco.

Y las gotas de fuego
siguen cayendo
en un mar de llamas,
directas al suelo,
donde alojo la mirada.

Pensando sobre pensado.
Los pensamientos se precipitan
desde el tejado.

domingo, 22 de abril de 2012

Te tengo que querer

No sé por qué.
No sé por qué.
Que yo me pongo tonto
cuando tu me ves.
Las palabras no paran
de moverse
y no acierto ni a la de tres.
Y yo no se por qué.
No sé por qué.
Que me tiemblan
hasta los pies,
y el cielo,
si tú te acercas,
caminando por el suelo
está otra vez.
Que no lo sé.
Que yo no sé por qué.
Que yo cuando te miro
es que te tengo que querer.

Maravillosa

Las nubes de mis cielos
están llenas de lágrimas
y sobre sus ojos,
agita sus negras alas
una negra mariposa.
Y, aunque escondida,
creo que la vida
puede ser maravillosa.
Las nubes de mis cielos
están llenas de lágrimas
y sobre sus ojos,
pasan una tras otra,
otra y más cosas.
Y, aunque escondida,
creo que la vida
puede ser maravillosa.
Las nubes de mis cielos
están llenas de lágrimas
y sobre sus ojos,
la sonrisa se siente
observada y miedosa.
Y, aunque escondida,
creo que la vida
puede ser maravillosa.
Las nubes de mis cielos
están llenas de lágrimas
y sobre sus ojos,
los pájaros del sol
sus patitas no posan.
Y, aunque escondida,
creo que la vida
puede ser maravillosa.







Que nunca sea mañana

Que los coches paren,
que la gente calle,
que las luces se apaguen,
que se pare otra calada.
Que las piernas no se muevan,
que la cara no responda,
que las manos no toquen,
que mis ojos solo tengan tu mirada.
Que el viento enmudezca,
que la brisa muera,
que el aire choque,
que duerman las almohadas.
Que las palabras no rompan,
que los gestos no sirvan,
que las copas no jodan,
que se pare hasta la nada.
Y congelar ese momento
para vivir siempre en él.
Contigo,
que nunca sea mañana.

sábado, 21 de abril de 2012

Todo es mentira

Que coraje
que todo sea mentira.
Con nuestros brazos
atados, bailamos,
mientras la mano
coge la cuerda
y tira.
Un pasito palante,
un pasito patrás.
Y por detrás
te apuñalan
sin pensar.

Que coraje
que todo sea mentira.
Que las palabras
sean de humo
si no son las mías.
Las lenguas de los ojos
por otros senderos
caminan.
En mi cabeza hay un monte,
en el monte una casita vacía.
Si te la enseñara, ¿te vendrías?

Seguir luchando

Cada día
es un asalto nuevo.
Un puño pasa
rozando mi cara,
pero le echo dos huevos.
En un ring cercado
de cuerdas ambiciosas,
como una roja playa,
la sangre sobre
mi cara rebosa,
y el sudor pinta
mi cara magullada.
Mi cuerpo mareado
va de un lado a otro.
Sin aliento,
esperando otra oleada.
Allí fuera,
en la calle,
el sol seguirá quemando.
Pero supongo que,
a pesar de todo,
habrá que seguir luchando.

miércoles, 18 de abril de 2012

Tanta tontería y tanta pollada

Qué pesada es la gente.
Qué pesada.
Tanta tontería y tanta pollada.

¿Para qué?
Yo no voy por ahí
con las sonrisas caducadas.

¿Qué más dá?
Estoy tan harto
de las palabras adornadas.

Tanta tontería, tanta pollada.
Joder, si es que todo
eso no importa nada.

Tanto maquillaje
y no se te ve la cara.

Deja mis ojos tranquilos
en el hielo.
Que decida mi mirada.

Lo único que quiero

Yo no quiero regalos,
no quiero una cartera llena,
no quiero un coche caro,
no quiero sábanas de seda.

Yo no quiero oro en mi cuello,
no quiero un puto castillo,
no quiero sobres sin sellos,
no quiero piedras en los bolsillos.

Yo no quiero perderme en las hojas,
no quiero bañarme en palabras rojas.
Entre corazones, quiero un corazón.
El tuyo, si puede ser. El tuyo, bombón.

Yo no quiero nada más
que lo que aquí te digo.
Yo lo único que quiero hoy
es estar contigo.

Que solo con acordarme de ti,
el mundo no está perdido.
Lo único que quiero hoy
es estar contigo.

Es estar contigo...

Tú que te vas

Tú que te vas
y no vuelves.
Tú que te vas,
mirando cómo
el cielo en negra tinta
se disuelve.
Yo no me olvido.
Ni me olvidaré de ti.
Eres especial,
sin fingir.
Encendías rostros
apagados
al sonreír.
Y esa sonrisa
se puede ir,
pero tú...
tú sigues aquí.
Y no.
Yo no me olvido
de saber
que yo podía
contar contigo.
Y si ya te lleva
el último adiós,
si ya te lleva
tu sol amarillo,
te deseo lo mejor
en lo mejor.
Si necesitas algo,
aquí siempre
tendrás a un amigo.

sábado, 14 de abril de 2012

Todo

Me gusta cómo
sin intención
me cambia la vida.
Cómo junta la piel
y cierra mis heridas
cuando saca la lengua
con su melodía.
Cuerdas que vibran,
teclas que lloran,
todos los días,
a todas horas.
Voces de pena,
voces de alegría,
letras que renacen
cuando el cuerpo ahoga.
Se mete dentro de mí
y ciego la mirada.
La siento,
la hago mía,
aunque solo sea un segundo,
aunque solo sea una bocanada.
Solo quiero estar contigo,
para que conviertas
el óxido en oro.
Solo quiero estar contigo,
porque a ti
te lo debo todo.

Ellos no lo saben

Ellos no lo saben.
Y así seguirá.
Quizá se entere alguien.
Si puede acercarse
a mí
sin llegarse a quemar.
Quizás,
si ven tras las sonrisas
de acero,
una lágrima de cristal.
Ya no hablo.
Lo que se dice hablar
y no cotorrear
a modo de charlatán.
La única que me escucha
es la almohada
cuando caigo
y me oye callar.
Ellos no lo saben.
No lo sabrán jamás.

A mi paso

A mi paso,
el alquitrán del cielo
cae devastando
el barro de mis huellas.
No recuerdo
el momento en
el que crucé la frontera.
A mi paso,
el viento huye,
las flores se queman,
las palabras caen,
los ríos se secan,
las risas lloran,
llora la pena.
A mi paso,
arden en llamas
las cenizas de mi corazón.
A mi paso
no queda nada,
Ha muerto todo
y he muerto yo.

viernes, 13 de abril de 2012

La ola

Vino una ola.
El agua llevaba
perfume de colmillos
en el olor.
Vino una ola.
Y la ola lo tiró.
Derrumbado
en el suelo,
salió otra ola.
Pero esta directa
de su corazón.
Y nada,
nada pudo
apagar su dolor.
Consiguió
levantarse,
a duras penas
y la marea
borró las huellas
de la arena.
Y a pesar de todo,
camina por la orilla,
mirando el mar.
Hasta que un día
venga una ola
que lo ahoge
de verdad.

Ella me vió

Ella me vió.
Claro que me vió.
Y miró
a otro lado.
Ella me ignoró.
Claro que me ignoró.
Y pasó de largo,
haciéndose la loca.
Hola, puta,
¿no sabes quién
soy yo?
Me quedé pasmado,
con más indiferencia
que desprecio,
que pasaba a mi lado.
Demasiadas perras
sueltas,
que te abren la puerta
y cuando vas a entrar
te la cierran.
Mira,
tú sabrás.
Haz lo que te dé la gana.
Pero de mí,
guapa,
de mí ya no te queda nada.

Corazones

Corazones, corazones.
Correteando y saltando
por todos los rincones.
Míralos, lo rápidos
que son los cabrones,
que la sangre que sueltan
casi no la recojo en los renglones.
Corazones que crecen
sin nombre, sin apellidos.
Y pululan en frente tuya,
coquetos y perdidos
en el regazo de tus ojos
cortos y distraídos.
Corazones, corazones.
Que sangran y hacen sangrar,
En un rojo río de dolor,
mojándote  y enseándote a amar.

Ese momento

¿Sabes ese momento de vacío?
En el que vas con los pasos perdidos,
en el que cada cosa es un lío
y al alzar la vista, nada tiene sentido.
Ese momento en el que el viento
suelta en silencio sus gemidos.
Quisiera coger mis sentimientos
y que los entendieras sin hablar contigo.
Ese momento que tira los ojos al suelo,
que provoca un tornado de emociones
en el que es imposible coger una al vuelo.
Ese momento en el que anhelas cielo
porque la tierra ensucia los corazones
Ese momento de terror, susto y miedo.
¿Sabes ese momento de vacío?
En el que vas con los pasos perdidos,
en el que cada cosa es un lío
y al alzar la vista, nada tiene sentido.
Ese momento en el que el viento
suelta en silencio sus gemidos.
Quisiera coger mis sentimientos
y que los entendieras sin hablar contigo.
Ese momento que tira los ojos al suelo,
que provoca un tornado de emociones
en el que es imposible coger una al vuelo.
Ese momento en el que anhelas cielo
porque la tierra ensucia los corazones
Ese momento de terror, susto y miedo.

jueves, 12 de abril de 2012

La parienta

Si tú quieres, sí. Si yo quiero, no.
Cómo se me ocurre. Tú siempre tienes razón.
Aquí la loca no eres tú. Aquí el loco soy yo.
Perdóname, cariño. Perdóname, amor.

¿En serio? ¿Todos los días el mismo panorama?
Para eso que te follen. Yo me quedo en la cama.

Al final lo vas a entender, aunque sea a presión.
Si yo quiero, sí. Y no acepto condición.
Si estás como una puta cabra, no me jodas.
No quiero grilletes en el cuerpo de mis horas.

¿En serio? ¿Todos los días el mismo panorama?
Para eso que te follen. Yo me quedo en la cama.

Ni borracho

Qué va, qué va, qué va. No, no, no, no, no.
Soy un pájaro libre. El viento me da en el pelo.
Un coño puede ser una prisión
y hay demasiadas nubes en el cielo.
Qué va, qué va, qué va. No, no, no, no, no.
Quién quiere dos ojos. Yo prefiero mil miradas.
Labios de ceniza que saben a carbón
y lágrimas tontas que dan arcadas.
Lejos, lejos, lejos.
Qué guapo. Qué bonito es el espejo.
Una novia, ni borracho.
Una novia, para que recojan mi cuerpo a cachos.
Qué va, qué va, qué va. No, no, no, no, no.
Soy un pájaro libre. El viento me da en el pelo.
Un coño puede ser una prisión
y hay demasiadas nubes en el cielo.
Qué va, qué va, qué va. No, no, no, no, no.
Quién quiere dos ojos. Yo prefiero mil miradas.
Labios de ceniza que saben a carbón
y lágrimas tontas que dan arcadas.
Lejos, lejos, lejos.
Qué guapo. Qué bonito es el espejo.
Una novia, ni borracho.
Una novia, para que recojan mi cuerpo a cachos.

Ya he vuelto a arder

¿Por qué si te dije que te fueras sigues ahí?
Rompiendo mis noches, arrastrándome hacia el fin.
Rajando, poquito a poco, mis ganas de seguir.
Cuando vivo, ya he vuelto a morir.

... No sé qué hacer, no sé qué hacer…
¿Por qué es como es?
No sé qué hacer, no sé qué hacer…
Los océanos llegan tarde.
Yo ya he vuelto a arder.

Caminando solo. Dos manos. Cinco dedos.
Pero bajo la mirada y hay dos sombras en el suelo.
Pierdo el control entre tanto enredo,
viendo venir la mano tonta del tonto consuelo.

No sé qué hacer, no sé qué hacer…
¿Por qué es como es?
No sé qué hacer, no sé qué hacer…
Los océanos llegan tarde.
Yo ya he vuelto a arder.

Tías buenas

Altas, bajas, rubias, morenas,
Mierda, se me pasa una. Qué pena.
Tías, tías, tías buenas.
Las calles están llenas.
Vaya culito tienes, nena.
Tías, tías, tías buenas.
Ojos que botan cuando botan ellas.
Mira las tres huellas en la arena.
Tías, tías, tías buenas.
Y con esos morritos que me llevas.
Con esa miradita te comía entera.
Tías, tías, tías buenas.

martes, 10 de abril de 2012

Un hijo de puta depresivo

Mis ojos
son las nubes
por las cuales
cae la lluvia
de mi corazón.
Si mi mirada
está en llamas.
No vengas
a abrazarme
porque te diré
que no.
Soy un hijo
de puta depresivo.
Mis palabras
son negras
y mi aliento
corrosivo.
Me quedo solo
o acompañado.
Ya sabes, conmigo.
No hay nada
que hacer.
Preocúpate
de tus problemas.
Yo no quiero
niñera para
los míos.

¿Qué coño pasa?

¿Y si te
doy todo
y tú no
me das nada?
¿Y si mis lágrimas
son tus carcajadas?
¿Qué coño pasa
si mis hombros
son tus patadas?
¿Y si me tocas
los huevos
y a mí no me
da la gana?
¿Has pensado
en lo amargo
que puede ser?
En lo amargo
que puede ser
otro otra vez.
¿Qué coño pasa
si el viento,
si el tornado,
si el huracán
de tus labios arrasa?
Dime joder,
¿qué coño pasa?

Putón

Resultó ser
que la famosa señorita,
la pulcra,
la recatada,
la casta,
la chica bonita,
no es lo que decían,
no es lo que parecía,
no era una princesita.
Resulta que anda
por los pantalones
de cualquiera
en busca de lo
que necesita.
Joder con el putón.
Anda que estaba
muerta la mosquita.

A tomar por culo

Estoy a
un milímetro,
a un palmo,
a un segundo,
de coger
y mandar
a la mierda
a todo
el mundo.
De pillarme un tráiler
y llenarlo de whisky
y tabaco.
Y tirar monte arriba,
haciéndome trenzas
en los sobacos.
Hacerme una casita
con cuatro ladrillos,
cuatro tomates,
cuatro ventanas.
Andando en pelotas
por el jardín
cada mañana.
Irme a tomar por culo
y no tener que ver
tu puta cara.

Libre

Flotando
en mitad del cielo.
Solo,
suspenso.
Alas quietas
y cuerpo quieto.
Sin ojos,
sin manos,
sin voces ajenas.
Sin preocupaciones,
sin obligaciones,
sin penas.
Disfrutando
del sol,
de la suave
brisa,
del paisaje.
En pelotas,
con dos huevos.
Tú no eres
de trajes.
Solo.
Contigo
y con el silencio
echándote
su abrigo.

lunes, 9 de abril de 2012

Un hombre nuevo

Tu indiferencia
me alimenta.

Me hace libre
y empiezo a crecer.

Y detrás de ti
vendrá otra.

Otra que volverá
a no responder.

Y cada teléfono roto,
cada folio en blanco,
cada corazón de papel,
será un paso,
será un salto,
será saber
que puedo llegar
a querer creer
en mí,
en lo que valgo,
en lo que valen
mis putos huevos.
Tu indiferencia,
al final,
me hará
un hombre nuevo.

domingo, 8 de abril de 2012

De la cama al sofá, del sofá a la cama

De la cama al sofá,
del sofá a la cama.
No me he duchado.
No me he lavado la cara.

De la cama al sofá,
del sofá a la cama.
Los relojes mueren
y no quiero hacer nada.

La televisión
es un váter cuadrado.
Pero que le follen.
Estoy demasiado cansado.

De la cama al sofá,
del sofá a la cama.
Ya verás ayer.
Ya vi mañana.

De la cama al sofá,
del sofá a la cama.
Un lago de hielo
quieto en la mirada.

¡Mira el suelo!

¡Mira el suelo!
¡Se está moviendo
sin parar!
¡La tierra está escapando!
¡La tierra quiere escapar!
¡Las piedras están huyendo!
¿A dónde van?
¡Los árboles se peinan
con el viento!
¡Van a volar!
¡Que tengo los cordones desatados!
¡Que me voy a matar!
¡Míralo!
¡Se está yendo!
¡Se va!
¡Mira el suelo!
¡Se está moviendo
sin parar!

Ese pedazo de pivón

Haciendo cola
en la farmacia
como un burro más.
Sonó la puerta.
Alguien entró
justo detrás.
Y mis ojos tontos,
que no saben
disimular,
se fueron directos
a esas botitas,
a ese bolso,
a esa carita
bendita
que acababa
de entrar.
Quería hacer algo,
quería hablar.
Pero ni una letra
salió.
El silencio puto
entre los dos.
Y al irme,
la miré de refilón.
En mi memoria
todavía pulula
ese pedazo de pivón.

Ya no es amor

Cuando uno da,
cuando el otro no.

Cuando uno
solo ve uno,
cuando el otro
ve dos.

Maldito el dolor.
Maldito el dolor.

Cuando el uno
mira al otro,
cuando el otro
mira al vacío.

Cuando uno
da besos calientes
y el otro
labios fríos.

Maldito amor,
que ya no es amor.

sábado, 7 de abril de 2012

No quiero dormir

Son las cinco
de la mañana.
¿Qué pasa
conmigo?
Debería estar
preso de los sueños,
preso del olvido.
Pero aquí estoy,
aquí sigo,
despertando amaneceres,
cociendo la oscuridad.
Esperando,
en los intestinos
de otro día más.
Untándome de noche,
comiéndome la luna
a cucharadas.
Hoy no quiero dormir,
hoy no me voy a la cama.

jueves, 5 de abril de 2012

Lo necesito

Estamos todo
el día corriendo
de aquí para allá.
Frenético.
Los bancos
crian telas de araña.
Siempre hay algo más.
Y nos olvidamos
de como hacer
las cosas,
de como mirar.
De tomarnos
el día libre
y respirar.
Necesito
más abrazos sinceros.
Necesito parar
para hablar
y decirte que te quiero.

La decisión

Tuve que cerrar
ese candado.
No sé si me llegaré
a arrepentir.
Las manos me
temblaban.
Como siempre.
¿Pero qué iba
a decir?
Nada que no
pensara
porque yo soy
el que lo sentí.
El que vio
la vida en la mano.
El que tuvo
ganas de morir.
Y a pesar de todo,
maldita duda,
invencible y oscura,
cargada de preguntas
directas a dejarme
el alma desnuda.
Nunca sabré
si lo hice bien
o no.
Lo que sé
es que tomé
una decisión.

Atormentado

Mi cama está
llena de cenizas.
Mi corazón está
hecho trizas.
El viento saca
sus puños
y vuelo
en la indiferencia
de los días nublados.
Vuelo
en la quietud
del dolor acomodado.
Vuelo
sin alas,
vuelo
en cielos negros
y acabados,
en cielos oscuros
y abandonados.
Vuelo,
cayendo.
Vuelo atormentado.

Esa canción

Otra vez esa canción.
Las agujas afiladas
del recuerdo
aparecen
empapadas
de ardiente carbón.
Tirando atrás,
tiempo
de melancolía
y de frustración
donde el destino
parecía un abismo
sin salvación.
Tiempos
de esclavo
de un alma,
miraba al horizonte
sin aparentes mejoras.
Y el reloj no ayudaba,
mientras los números
corrían como
galgos entre las horas.
Hablando,
porque hablaban.
Y sus palabras
dolían.
Como siguen doliendo
todavía
cuando suena
el rumor
de esa melodía.

Nada que decir

¿Por qué estamos
todavía aquí?
¿Por qué nos
empeñamos en seguir?
Las luces se han apagado.
Es hora de huir.
¿Por qué continuar
con la locura?
¿Para qué empezar
algo que no tiene fin?
Las luces se han apagado.
Es hora de huir.
¿Por qué ser valientes?
Nos vamos a rendir.
¿Por qué gastar saliva
si no hay nada que decir?
No hay nada,
nada que decir.

Gracias

Cuando la miro,
un brote de esperanza
da su despedida.
Cicatrices coladas
en sus arrugas
y ojos abismales
que delatan
los palos que se llevó
en la vida.
Y aún así,
canta, baila,
y todos los días
hace la comida.
Rebosando fuerza,
rebosando alegría,
cuando mis ojos caen
por los suelos,
ella viene a mí
y me da energía
en un abrazo
que te devuelve
las ganas de vivir.
Gracias.
Gracias por estar
siempre ahí.

Puta policía

Ahí van
con sus botitas
negras,
con sus disfraces
de prepotencia,
con ojos de buitre
sin conciencia.
Enseñando
sus pistolitas,
paseando
en sus coches
de juguete,
buscando inocentes
a los que meterle
un buen paquete.
Y los hombres
de verdad
se perdieron
en las calles
del miedo
y la cobardía.
Por eso,
cuando ellos pasen,
gritad:
puta policía.

miércoles, 4 de abril de 2012

El amor no dura

No te engañes.
El amor no dura.

Tras dos días,
tras dos alegrías,
surgen las heridas,
los puntos de sutura,
las sonrisas fingidas,
surge la duda.

Y tu corazón
ya no responde.
Las miradas
ya no miran.
Se esconden.

No te engañes.
El amor no dura.

Muere naciendo
y naciendo
se esfuma.

Cambios

Nadie nos
lo dijo.
Nadie nos
avisó.
Pero había escondido
mucho dolor.
Mucho, mucho dolor.
El dolor
que salpica
y sale disparado
cuando las cosas
se terminan
y tú te quedas
a un lado.
Sin saber
que hacer,
triste y acojonado.
Nadie nos
lo dijo.
Nadie nos
avisó.
Pero quema
por dentro ver
cómo las cosas
dejan de ser
lo que son.

Volvemos a casa

Tristes farolas.
Rotondas abandonadas.
Calles desiertas.
Baretos de madrugadas.
Pasos de cebra.
Semáforos solitarios.
Árboles melancólicos.
Y de fondo,
el leve y pausado
murmullo de la radio.
El aire mete sus
zarpas
por la rendija
de la ventana
y a mi lado,
dedos de araña
en un porro de marihuana.
El coche vuela
por la carretera
mientras el tiempo
pasa.

Todo.
Todo pasa.
Y mientras tanto,
nosotros volvemos a casa.

El cigarro

Rendido
ante orilla mar,
escuchando
el sinuoso cantar
de las olas,
el viento corre
sobre ellas
formando nubes
de caracolas.
Y me fumo el cigarro.
Cada calada
la guardo, la siento,
mientras el sol
de mi boca
y la mirada congelada
acompañan
a una oleada
de pensamientos.
Hay un desgarro
en el corazón.
Cada instante.
Cada momento.
Mis labios liberan
bandadas de humo,
y con ellas,
me desvanezco
y me esfumo.
Cuando el pitillo
vuela y cae,
el aire
me huele a fin
y me da
la sensación,
de que con él,
ha muerto algo en mí.

martes, 3 de abril de 2012

Menos mal

Menos mal
que no llegamos
a más.
Menos mal.

Ahora pienso
en aquella época
de amor idiota
tiempo atrás.

Menos mal
que no llegamos
a más.
Menos mal.

¿Tú y yo?
Eso sería
una puta mierda.
Te lo digo
de verdad.

Menos mal
que no llegamos
a más.
Menos mal.

Cuando me imagino
contigo
pienso
qué va, qué va,
qué va.

Resacón 2.0

Un charco de luz
lleno de motas de polvo
revoltosas me despertó.
Con la vista coja,
tirado
en calzoncillos
en medio del salón.
Los ceniceros
vomitaban sus tripas
entre cuerpos
desnudos,
entre colillas muertas,
vasos vacíos,
y latas de cerveza.
Vaya locura de noche.
Vaya dolor de cabeza.
Quién pudiera llegar
a la nevera,
quién pudiera.
¿Y esa morena
del sofá
quién coño era?
No podía recordar,
pero tampoco
es que quisiera.
Juré no volver
a beber en mi vida,
pero bebiendo
se olvida.
Quizás a la siguiente,
cuando tenga la copa
servida.

Lejos

Lejos.
Hay una ciudad.
Lejos, muy lejos.
Pasado
el más allá.
Sin tierra, ni mar.
Donde no se escucha
al viento llorar.
Con calles vacías,
oliendo a libertad.
Una ciudad
que nunca nadie
podrá encontrar.
Lejos.
Hay una ciudad.
Lejos, muy lejos.
Allí quiero llegar.

Resacón

Un charco de luz
lleno de motas de polvo
revoltosas me despertó.
Con la vista coja,
tirado
en calzoncillos
en medio del salón.
Los ceniceros
vomitaban sus tripas
entre cuerpos
desnudos,
entre colillas muertas,
vasos vacíos,
y latas de cerveza.
Vaya locura de noche.
Vaya dolor de cabeza.
Busqué a la rubia
del rostro desconocido,
la de ojos atrevidos.
Pero era tarde,
ya se había ido.
Juré no volver a beber
en la vida,
pero bebiendo
se olvida.
Eso es siempre
lo que digo,
y lo más seguro,
es que aunque te olvide,
te recuerde
si me encuentro contigo.

¿Qué miras?

¿Qué miras
desde ese hombro
tan alto
por el que se
caen tus ojos
dictadores?
Seguro que me ves
como a un enanito,
desde tus tronos
voladores.
Pasando
delante de mí.
Vaya cochecito.
Supongo que hay
que trabajar duro
para que te lo pague
tu papaíto.
Anda que,
valiente retrasado.
Cuando aprendas
que las nubes
no cagan monedas,
vienes y me miras
de cualquier lado.

lunes, 2 de abril de 2012

Esa mirada

Ella me miró.
Si es que eso
se pudo llamar
una mirada.
Calla, calla,
le dije yo.
Mejor no digas
nada.
La puta madre.
Cómo quemaba.
Odio y ceniza.
Rabia y fuego.
Furia y llamaradas.
Es lo único
que había
en esa mirada.

Aquí contigo

Aquí,
contigo.
Por una vez,
yo controlo,
yo decido.
Las letras van
tomando asiento.
No importa
lo que haya vivido.
Ellas se sientan
y miran,
esperando
el resultado
definitivo.
Aquí,
contigo.
Por una vez,
yo controlo,
yo escribo.

Tú lo sabías

Tú lo sabías.
Tú lo sabías.
Tú lo sabías.
Pero no dijiste nada.
Tú no querías.
Tú no querías.
Tú no querías.
Y alejabas la mirada.
Tú fingías.
Y fingías.
Y fingías.
Era mejor callada.
Tú mentías.
Y mentías.
Y mentías.
Volando con alas cortadas.

Al final

Al final,
cuando el barranco
sucede al camino
y ya no hay tierra
que pisar,
te preguntas
por dentro.
¿Esto es?
¿Ya está?
¿Por aquí
se precipitan
los corazones?
¿Aquí caen
los labios
que supieron amar?
Al final,
en el abismo.
¿No hay nada más?

Ay, cachonda

Ay, cachonda.
Tú sabes que yo sé que tú lo sabes.
Nos escondemos enseñando la cara
y hablamos con palabras en clave.

Ay, cachonda.
Qué cachondeo.
Esto de saber sin saberlo,
de te veo y no te veo.
Qué nos gustan los rodeos.

Ay, cachonda.
Vamos en cuestecita
hacia el ocaso
de tú me haces…
de yo te hago caso.

Ay, cachonda.
Qué poco gusta
dar el primer paso.

Más que peces en el mar

Más que peces
en el mar.
Más que pájaros
en el cielo.
Anda y vete
a cagar.
No me voy a tirar
de los pelos.
Más que luces
en la ciudad.
Más que porros
en los mecheros.
Mano rápida.
Rápidos traseros.
Más que tus ganas
de provocar.
Más que tus labios
embusteros.
Tú estás loca.
Yo aquí no me quedo.

¿Qué estarás haciendo ahora?

¿Qué estarás haciendo
ahora?
No sé,
quizás,
si estuvieras sola,
podríamos intercambiar
algo más
que el tonto traqueteo
de las horas.
Podríamos salirnos.
Por una noche,
darle algo más
que noche
a nuestras miradas.
No me dejes
solo hoy.
Una cama
para uno
es una guarrada.
Llámame
si no haces nada.
Siempre podemos
compartir almohada.

domingo, 1 de abril de 2012

Muérete

Vete,
puta de mierda.
Zorra hija de puta.
Déjame en paz.
Más jugo
de lágrimas
me dan ganas
de vomitar.
Vïbora de mierda,
asquerosa,
guarra,
muérete ya.
Métele tu puto
colmillo
a otro desgaciado.
Conmigo ya hace
tiempo que has terminado.
Revienta,
cabrona,
púdrete.
Que oiga tus gritos
cuando las llamas
te empiecen a quemar.
Muérete,
hija de puta.
Muérete ya.

Nada

Nada ayuda
a nada
a servir de nada.
Manos sin dedos,
cuerdas cortadas.
Nada de nada.
Un abrazo sincero,
una risa forzada.
Nada de nada.
Mi cama
es un tumba.
Estoy en el fondo.
Echadme la tierra
encima
y dejad mi cara
bien enterrada.

¿Qué ha pasado?

¿Qué ha pasado
contigo,
amigo?
¿A dónde
te has ido?
¿Por qué
tus ojos
no se mueven
y tus palabras
no tienen sentido?
¿Qué te pasa?
¿Que te tiene
atormentado?
¿Por qué llevas
en la mano
ese corazón
roto y ensangrentado?
¿Por qué mueres
cada segundo?
¿Por qué has abandonado?
¿Por qué el silencio
te tiene acorralado?
Vuelve, tío.
Vuelve.
¿A dónde coño
te has largado?

¿A dónde vas?

Chica,
pero tú, ¿a dónde vas?
Si cuando no mientes,
tampoco dices la verdad.
Si cuando callas
tampoco dejas de hablar.
Chica,
pero tú, ¿a dónde vas?
Con tu boca en la orilla,
con tus pies en el mar.
Con esos principios
sin final.
Niña,
¿tú a donde vas?

Adiós

Ya ni nos hablamos.
¿Qué ha pasado
con nosotros?
Parecemos diferentes,
parecemos otros.
Quizá fuera verdad,
quizá lo que pasó
no fue solo una más
y los edificios
se empezaron
a derrumbar.
Adiós a las ventanas,
a los ascensores,
a las escaleras,
a los extintores,
a las paredes,
a las habitaciones.
Adiós
y no toques más
los cojones.
Adiós
a mi hombro.
Ya solo quedan
amasijos de pasado
en los escombros.

Nos mantendremos unidos

Lo estás viendo.
Lo estás notando ya.
Me necesitas.
Me deseas.
Cada día más.
¿A qué estás
esperando para verme?
Sabes que conmigo
eres más fuerte.
Con mi blanco vestido,
con mi billete enrollado,
sigue besándome,
sigue a mi lado.
Que se joda
tu madre
si no te da dinero,
que se jodan
tus amigos.
Al final tirarás
de ese monedero
y te vendrás
conmigo.
Hasta tu último suspiro,
hasta mi último camino,
nos mantendremos unidos.

Mañana nos iremos

Mañana nos iremos.
Carretera y manta.
Lo dejaremos todo.
Los recuerdos gritarán
cuando el aire
se los lleve
al bajar la ventana.
Pero sabes
que no hay otro modo.
Es lo mejor,
hay que largarse
de aquí.
Habrá lágrimas
y las blancas líneas
dolerán hasta
hacernos sufrir.
Pero cruzaremos
los puentes,
las calles,
los caminos.
Cruzaremos.
Tú y yo.
Tú conmigo.
Y al llegar,
los besos
no sabrán a castigo.
Y no olvides avisarme,
porque mañana
te diré
que deberíamos
habernos ido.

Palabras envenenadas

Puede que tú
ni te dés cuenta
y de tu boca
salgan y salgan
palabras en manada.
Y siguen,
y siguen,
hasta que una,
como una pedrada,
se clava en la
piel y estanca
la mirada.
Y te jode,
te pudre,
te quema,
te contamina,
y un trago de odio,
de rabia
por la garganta
camina.
Algo explota,
revienta,
destroza
y desgarra
un trocito de alma
quemada.
Porque,
aunque no
haya veneno,
hay palabras
envenenadas.

No pasa ná

No pasa nada.
Nada de nada.
¿Qué va a pasar?

Las lenguas
rodean mi cuello
y no puedo
respirar.
Pero qué va.
No pasa nada.

¿Qué va a pasar?

Como si eres
la puta Calcuta,
me suda la polla
hijo de puta.
Me da igual.

Pero qué va.
A mí no me pasa ná.