Nunca pensé
que pasara.
Sabía que andaba
por ahí,
pero no creí
jamás
que algún
día llegara.
Y ahora
llevo peluca
y una extraña
me pone pintura
en la cara.
Con una bolita
roja en la nariz.
¿Ves las grietas
de mi cabeza?
Son los pasos
de mi cicatriz.
No cabría
ni tumbado
en mis zapatos
y los pantalones
me los piso
a cada rato.
Nunca pensé
que pasara.
Sabía que andaba
por ahí,
pero no creí
jamás
que algún
día llegara.
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