Piensas,
qué coño,
mañana voy a estar mejor.
La negra baba
cae por los labios
del tiempo
y mañana ya tendrá
otro sabor.
De repente,
las sábanas
cubren otra cama,
los árboles
sujetan otras ramas.
Saco la cabeza
por la ventana
y me corto la cabeza
con la persiana.
Pero lo malo
de lo malo
es que sigue siendo malo,
lo malo
de los golpes
es que sigue habiendo palos.
Y otra vez piensas
que mañana.
Y mañana será
otra vez mañana.
Otra vez,
hasta casarte
con las canas.
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