domingo, 22 de enero de 2012

Demasiado tarde

Me di cuenta
cuando el polvo
sacaba el tren
de aterrizaje
sobre las estanterías
y la bombilla,
en su último aliento,
daba su último bandazo
de luz
mientras se fundía.

Al final.
Cuando el pecho arde.
Al final.
Siempre demasiado tarde.

Me reía
atontado por la risa
estúpida
de las estúpidas cosquillas
cuando tú eras
la que me mantenías dormido
durante mis pesadillas.

Al final.
Cuando el pecho arde.
Al final.
Siempre demasiado tarde.

Me hubiera gustado
ver
la bala
antes que el gatillo.
¿Te lo pasaste bien
clavándome ese cuchillo?

Al final.
Cuando el pecho arde.
Al final.
Siempre demasiado tarde.

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