sábado, 7 de enero de 2012

Mientras duró

Parábamos
el coche
y tras tres
palabras
de decoración,
la claqueta
cortaba el aire
mascando acción.
Tú te abalanzabas
sobre mí,
yo sobre tí,
y el mundo
echaba el freno
justo ahí.
Recuerdo
tu lengua serpenteando
juguetona,
tanteando la zona.

Íbamos a la parte
de atrás.
Sin calzoncillos,
sin bragas,
nos acelerábamos
al respirar.

El árbol
entre las dos colinas.
Los ojos cerrados
bajo las negras cortinas.

Y cuando el fuego
mojaba los cristales
nos tumbábamos
agilipollados,
casi vegetales.

Me pregunto
si mentías,
como ahora haces,
cuando decías
cuánto te gustó.
Pero al fin y al cabo,
lo que fue
fue bonito
mientras duró.

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