Quizás no es para tanto.
Quizás es lo que toca.
Y sea costumbre
ver ceniza en el polen,
ver serpientes en las bocas.
A lo mejor
los corazones son solo sangre
y las paredes son solo madera.
La vida se está yendo
a la mierda
y tú ni te enteras.
Puede que corras
sin meta.
Por lo pronto,
la mía está
en tus tetas.
Quizás no es para tanto.
Quizás es lo que toca.
Quizás esperes
con un vestido raído,
con una vela apagada,
con el alma rota.
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