Hasta los huevos
de ti,
de tus mierdas,
de tus paranoias,
de tus réplicas,
de tus tonterías,
de que seas
tan gilipollas.
Hasta los huevos
de tus lágrimas
tontas,
de tus quejas,
de esa mirada
que me arolla,
de que me
gastes el nombre,
de que me chupes
la sangre,
de que me toques
tanto la polla.
Hasta los huevos
de tus ojos,
de tu risa,
de tu cara,
de tu mal de ojo,
de la suerte
que me desampara.
Hasta los huevos
de estar
contigo
así,
aquí.
Hasta los huevos
de ti,
de ti,
y más que nunca,
de ti.
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