¿Recuerdas cuando
jugábamos
en el parque
dándole patadas
a un balón?
De sol a sol,
corríamos,
reíamos,
metíamos un gol.
Sin saber todavía
qué era un coño,
qué era un beso
de amor.
Sin saberlo,
gracias a dios.
Benditos años,
sin una mancha,
limpito
y transparente
el corazón.
Y ahora andamos,
que con cada lágrima
le hacemos otro
boquetón.
Echo de menos
aquellos tiempos.
¿Tú no?
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