miércoles, 9 de mayo de 2012

Aunque tú no lo sepas

Los sonidos se caían
por las cascadas del silencio.
No quedaba nada.
Levanté la cabeza
y allí estaba ella sentada.
Porque cuando pierdo el norte,
mi camino es su mirada.

Porque cuando mi corazón
se muere entre bocanadas,
sus ojos son soles.
Y ni mis nubes los apagan.

Los sonidos se caían
por las cascadas del silencio.
No quedaba nada.
Levanté la cabeza
y allí estaba ella sentada.
Porque cuando pierdo el norte,
mi camino es su mirada.

Porque cuando mi corazón
se muere entre bocanadas,
sus ojos son soles.
Y ni mis nubes los apagan.

No lo sabes, no lo sabes.
Pero estás ahí sentada.
Mis brazos son tus manos,
mi boca tus palabras
y mi corazón sin tu corazón
no sirve de nada.
Aunque tú no lo sepas,
mi camino es tu mirada.

Aunque tú no lo sepas...

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