Mi corazón está lleno
de pomos que giran,
de pasaportes y maletas,
de autobuses, trenes, aviones,
de mapas repletos
de miles de direcciones,
de un último abrazo,
de un último beso, una última mirada,
de habitaciones vacías,
de huecos en la almohada,
de lágrimas solteras,
de frases inacabadas,
de un puente que se rompe,
de las grietas que nos separan,
de huellas lejanas,
de lo que queda de tu cara.
Si te vas,
eres libre.
Tú decides.
Si te vas,
vete.
Pero nunca me olvides.
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