martes, 7 de febrero de 2012

Que algún día mueras

Voy plantando
cruces
en los desayunos,
las comidas
y las cenas.
En tus alegrías
y en mis penas.
Se me caen
los pantalones
porque
en mis bolsillos
solo llevo arena.

Cada minuto,
una película.
Cada segundo,
una escena.
Cada abeja,
una colmena,
cada libertad,
una condena.

Hasta el viento
lleva cadenas
cuando despiertas,
despertando
mis sirenas.
Ni siquiera
tengo zapatos
para tus carreras.
Solo espero
que ojalá
algún día mueras.


Cada minuto,
una película.
Cada segundo,
una escena.
Cada abeja,
una colmena,
cada libertad,
una condena.

domingo, 5 de febrero de 2012

Como siempre, como nunca

Estoy
en el vientre
de los pozos,
en el culo
de las botellas.
Estoy en el
fondo del bus,
en la postilla
de las estrellas.
Estoy
en tu cabeza,
en la mía,
en la boca
de las papeleras.
Estoy
en la cabeza
de los aviones,
en los pies
de las escaleras.
Estoy
solo,
sea con quien sea.
Estoy
ardiendo
por mucho
que me arrope la marea.
Estoy
entre los dientes
de los días.
Blanco sobre
blanco
en las agendas
vacías.
Estoy
en los
silencios oxidados,
en los gritos
callados.
Allí estoy yo,
como siempre,
como nunca,
preparado.

sábado, 4 de febrero de 2012

Vente conmigo

En las barras
de tus bares,
copas como mares,
copas como panes
en los palomares.
Cárgamela bien,
a dos cabezas
del hielo.
Que se ponga
en filia india
hasta el último
pelo.

Y vente conmigo
a amarrar las letras
que hay
entre tu corazón
y mi ombligo.
Entre tu recuerdo
y mi olvido.
Vente,
vente conmigo.
Que para cuando cojo
tus manos
tu cuerpo
ya se ha ido.

En las barra
de tus bares,
copas como mares,
copas como panes
en los palomares.
Cárgamela bien,
a dos cabezas
del hielo.
Que se ponga
en filia india
hasta el último
pelo.

Y vente conmigo
a amarrar las letras
que hay
entre tu corazón
y mi ombligo.
Entre tu recuerdo
y mi olvido.
Vente,
vente conmigo.
Que para cuando cojo
tus manos
tu cuerpo
ya se ha ido.

Las cosas como son

Qué cantidad
de mentiras.
De maniquís
con latidos
a pilas.

Qué cantidad
de rencor.
De labios
de botox,
de corazones
de cartón.

Y el amor,
quieto y perdido,
envuelto en escarcha
en el congelador...

Las cosas como son.
Una cosa
es lo que pensamos,
otra la que decimos.
Una cosa
es lo que somos,
otra la que finjimos.

Qué cantidad
de mentiras.
De maniquís
con latidos
a pilas.

Qué cantidad
de rencor.
De labios
de botox,
de corazones
de cartón.

Y el amor,
quieto y perdido,
envuelto en escarcha
en el congelador...

Las cosas como son.
Una cosa
es lo que pensamos,
otra la que decimos.
Una cosa
es lo que somos,
otra la que finjimos.

Tan largo

Sueño con decir
hasta aquí
hemos llegado
y probar
con la lengua
de los cuchillos
el vómito del letargo.
Romperme los ojos
probando el néctar amargo
que baña
las vértebras
de ese camino.

De ese camino tan largo.

Y mandar al exilio
mi mirada
cuando la sangre
arrase los pueblos,
los barrios, las ciudades,
cuando el viento
rompa el botón
en el pantalón
de las tempestades.

Cuanto más se pongan
las botas las noches,
más bombillas habrá
en mi corazón.

Sueño con decir
hasta aquí
hemos llegado.
Sueño con decir adiós.

Con decir adiós...

viernes, 3 de febrero de 2012

Colocado

Colocado.
Solo quiero estar colocado.

Hazle un hueco
al aire,
que viene cansado.
Esto es demasiado.

Colocado.
Solo quiero estar colocado.

Y no verte
sin conocerte
con el candado preparado.

Colocado.
Solo quiero estar colocado.

Te espero
en el culo de las copas.
Por allí estaré
sentado.

Colocado.
Solo quiero estar colocado.

Colocado.
Solo quiero estar colocado...

Infierno

Borrasca
en mis pupilas.
Viento
en mis manos.
Blanco, amarillo,
rojo, azul, negro.
Todo mezclado.

Aquí. Allí.
Mantente ocupado.
De pie, de pie.
Imposible sentado.
Ding-dong.
El corazón
no está en casa.
¿A dónde
se lo han llevado?

Borrasca
en mis pupilas.
Viento
en mis manos.
Blanco, amarillo,
rojo, azul, negro.
Todo mezclado.

Y bajo tierra,
infinitas bombonas
para el fuego
vivo
de las pesadillas.
En el calendario,
el algodón
se tumba
en las casillas.

Borrasca
en mis pupilas.
Viento
en mis manos.
Blanco, amarillo,
rojo, azul, negro.
Todo mezclado.

Y de aquí
al final
del pasillo,
mil puertas
con mil pestillos.
La llave
la tiene
la madre
de los casquillos.

Borrasca
en mis pupilas.
Viento
en mis manos.
Blanco, amarillo,
rojo, azul, negro.
Todo mezclado.

jueves, 2 de febrero de 2012

Y total para qué

Y total,
¿para qué?
¿Así te sientes bien?

Y total,
¿para qué?
Tira esa mierda
y ponte de pie.

Y total,
¿para qué?
¿Para qué tanto
tuenti, tanto facebook,
para qué tanto internet,
para qué tanto móvil
3g,
si al final yo
te sigo sin entender?
Si a fin
de cuentas
los besos
se secan en las letras
y las bocas
se quedan sin beber.

A la siguiente estación
me bajo del tren.
Me iré a los vagones
donde los teclados
no enseñen a querer.

Donde las caras
se chocan,
donde las pieles
se juntan,
donde los ojos
se aprenden a ver.

Y total,
¿para qué?
¿Así te sientes bien?

Y total,
¿para qué?
Tira esa mierda
y ponte de pie.

Te echo de menos

Te echo de menos.
Voy por el río
del tiempo
en una barca
sin remos.

Te echo de menos.

Desde que estoy
sin ti,
el cielo
es mi tierra
y la tierra
es mi cielo.
Y hay lágrimas
en los ojos
mis dedos.
Saben
que no volverán
a tocar
los canosos pétalos
de las rosas
de tu pelo.
Sabías sonreír
como nadie
y tus latidos
rompían olas
fuera de tu pecho.
Ojalá estuvieras
aquí,
en este jardín vacío,
en esta casa sin techo.

Que te echo de menos.
Que voy por el río del tiempo
en una barca sin remos.

Que te echo de menos.
Que voy por el río del tiempo
en una barca sin remos.

¡Que te echo de menos!