Chica,
qué cuerpito
tienes.
Sigue cortando
los fogonazos
con las espadas
de tu pelo.
No te frenes.
Iban a ver tus cielos
más amaneceres
si yo no fuera
medio hombre,
si tu no fueras
mil mujeres.
Acerca ese culo,
que restriegue
bien la cebolleta.
Vamos a jugar
a que me importas
mientras de reojo
me fijo en tus tetas.
Moja
en el hielo de mi copa
las llamas de tu ropa.
Coño,
te comía la boca.
Iban a ver tus cielos
más amaneceres
si yo no fuera
medio hombre,
si tu no fueras
mil mujeres.
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