Si te jode,
lo siento.
No te voy
a pedir perdón.
Otra vez no,
corazón.
Me la pone dura
ser sincero.
Mirarte a los ojos
y soltarte
exactamente lo que quiero.
A pesar de que
tus labios
se conviertan
en cañones
escupiendo morteros.
A pesar de eso.
Tengo más cojones
que nadie
precisamente
por no tener dos huevos.
Por si algún día,
sin querer queriendo
voy y te quiero,
por si algún día,
sin esperarme nada
voy y te espero,
que sepas que...
Estaré enterrado
en el barro mojado
que deja la marea
cuando se va,
dejando su rastro
de espuma.
Allí estaré yo,
con la verdad
en la mano
mientras
el mundo se esfuma.
Por si algún día,
sin querer queriendo
voy y te quiero,
por si algún día,
sin esperarme nada
voy y te espero.
viernes, 30 de diciembre de 2011
jueves, 29 de diciembre de 2011
Seguro
Seguro.
De estar condenado,
eternamente atado
a pelearme a puñetazos
con mi cabeza.
Con esos pensamientos
envenenados
que me envenenan
con la más absoluta
certeza.
Seguro.
Hay demasiadas nubes
para que el sol
se dé un baño de resplandores.
Hay demasiadas puntas rotas
en los lápices de colores.
Más seguro todavía.
Más seguro.
De que el mundo y yo
vivimos
a distintos lados del muro.
De estar condenado,
eternamente atado
a pelearme a puñetazos
con mi cabeza.
Con esos pensamientos
envenenados
que me envenenan
con la más absoluta
certeza.
Seguro.
Hay demasiadas nubes
para que el sol
se dé un baño de resplandores.
Hay demasiadas puntas rotas
en los lápices de colores.
Más seguro todavía.
Más seguro.
De que el mundo y yo
vivimos
a distintos lados del muro.
Cierra la puerta cuando te vayas
Cierra la puerta
cuando te vayas.
Así sabré
que esta
es la última vez que me fallas.
Porque
soy un piltrafa,
la capa de miel
donde se pegan
las plumas de la estafa.
Y la piel
de mi corzazón
se raja
y los ríos
de sangre
se cuajan
en los arrecifes
de tus querellas,
sin tú saber,
que,
para mí,
un suelo
con tus huellas
era un cielo
repleto de estrellas.
Cierra la puerta
cuando te vayas.
Así sabré
que esta
es la última vez que me fallas.
Cierra la puerta
cuando te vayas.
Así sabré
qué dice mi voz
ahora que tú te callas.
Cierra la puerta
cuando te vayas.
cuando te vayas.
Así sabré
que esta
es la última vez que me fallas.
Porque
soy un piltrafa,
la capa de miel
donde se pegan
las plumas de la estafa.
Y la piel
de mi corzazón
se raja
y los ríos
de sangre
se cuajan
en los arrecifes
de tus querellas,
sin tú saber,
que,
para mí,
un suelo
con tus huellas
era un cielo
repleto de estrellas.
Cierra la puerta
cuando te vayas.
Así sabré
que esta
es la última vez que me fallas.
Cierra la puerta
cuando te vayas.
Así sabré
qué dice mi voz
ahora que tú te callas.
Cierra la puerta
cuando te vayas.
miércoles, 28 de diciembre de 2011
Dónde están las llaves
Siempre
tú,
en frente,
cerradura soltera.
Mi sangre
corre
salvaje
y se desespera.
¿Dónde están
las llaves?
En mis pulmones,
los tubos de escape
ya no caben.
Siempre
tú,
en frente,
la impaciente espera.
Sigo sin coco,
aunque lleve
viviendo años
en las copas de las palmeras.
¿Dónde están
las llaves?
En mis pulmones,
los tubos de escape
ya no caben.
tú,
en frente,
cerradura soltera.
Mi sangre
corre
salvaje
y se desespera.
¿Dónde están
las llaves?
En mis pulmones,
los tubos de escape
ya no caben.
Siempre
tú,
en frente,
la impaciente espera.
Sigo sin coco,
aunque lleve
viviendo años
en las copas de las palmeras.
¿Dónde están
las llaves?
En mis pulmones,
los tubos de escape
ya no caben.
martes, 27 de diciembre de 2011
Dicen
Dicen que es normal.
Que no le echas huevos.
Que te tienes que esforzar más.
Dicen que vaya plan.
Que aunque los soles no griten hoy,
mañana ya no lloverá.
Dicen que los corazones
acostumbran a escapar.
Que en las heridas
ya no cabe otro puñal.
Dicen que ella tiene la culpa
aunque no lo quiera aceptar.
Que el aliento que se llevó,
algún día volverá.
Dicen que para qué tanto alboroto.
Que ya pasará.
Dicen, dicen y dicen,
pero no saben ná.
Que no le echas huevos.
Que te tienes que esforzar más.
Dicen que vaya plan.
Que aunque los soles no griten hoy,
mañana ya no lloverá.
Dicen que los corazones
acostumbran a escapar.
Que en las heridas
ya no cabe otro puñal.
Dicen que ella tiene la culpa
aunque no lo quiera aceptar.
Que el aliento que se llevó,
algún día volverá.
Dicen que para qué tanto alboroto.
Que ya pasará.
Dicen, dicen y dicen,
pero no saben ná.
martes, 13 de diciembre de 2011
Medio hombre, mil mujeres
Chica,
qué cuerpito
tienes.
Sigue cortando
los fogonazos
con las espadas
de tu pelo.
No te frenes.
Iban a ver tus cielos
más amaneceres
si yo no fuera
medio hombre,
si tu no fueras
mil mujeres.
Acerca ese culo,
que restriegue
bien la cebolleta.
Vamos a jugar
a que me importas
mientras de reojo
me fijo en tus tetas.
Moja
en el hielo de mi copa
las llamas de tu ropa.
Coño,
te comía la boca.
Iban a ver tus cielos
más amaneceres
si yo no fuera
medio hombre,
si tu no fueras
mil mujeres.
qué cuerpito
tienes.
Sigue cortando
los fogonazos
con las espadas
de tu pelo.
No te frenes.
Iban a ver tus cielos
más amaneceres
si yo no fuera
medio hombre,
si tu no fueras
mil mujeres.
Acerca ese culo,
que restriegue
bien la cebolleta.
Vamos a jugar
a que me importas
mientras de reojo
me fijo en tus tetas.
Moja
en el hielo de mi copa
las llamas de tu ropa.
Coño,
te comía la boca.
Iban a ver tus cielos
más amaneceres
si yo no fuera
medio hombre,
si tu no fueras
mil mujeres.
Como gilipollas que soy
El roñoso
espectro
de lo que
fuimos algun día
está meciendo
sus dedos
sobre las carteras
vacías,
sobre las feroces
bocas de la agonía,
que clava sus dientes
en mi piel
noche tras noche,
día tras día.
Y yo,
como gilipollas que soy,
creyéndome cada tontería
cuando eras
otra cintura de avispa
a la que le va grande
la valentía.
Te veo
y no entiendo nada.
Muy rápido
se te han secado
a ti
las babas.
¿Dónde están
todas las cosas
de las que me hablabas?
¿Dónde?
¿Dónde están
las páginas mojadas
de los cuentos
que me contabas?
En las fecundas
tierras de tu cobardía.
Mala puta,
allí donde
crecían los árboles
de la fantasía
estirando sus columnas
con la ingenua
semilla de mi alegría.
¿Dónde están
todas las cosas
de las que me hablabas?
¿Dónde?
¿Dónde están
las páginas mojadas
de los cuentos
que me contabas?
espectro
de lo que
fuimos algun día
está meciendo
sus dedos
sobre las carteras
vacías,
sobre las feroces
bocas de la agonía,
que clava sus dientes
en mi piel
noche tras noche,
día tras día.
Y yo,
como gilipollas que soy,
creyéndome cada tontería
cuando eras
otra cintura de avispa
a la que le va grande
la valentía.
Te veo
y no entiendo nada.
Muy rápido
se te han secado
a ti
las babas.
¿Dónde están
todas las cosas
de las que me hablabas?
¿Dónde?
¿Dónde están
las páginas mojadas
de los cuentos
que me contabas?
En las fecundas
tierras de tu cobardía.
Mala puta,
allí donde
crecían los árboles
de la fantasía
estirando sus columnas
con la ingenua
semilla de mi alegría.
¿Dónde están
todas las cosas
de las que me hablabas?
¿Dónde?
¿Dónde están
las páginas mojadas
de los cuentos
que me contabas?
jueves, 8 de diciembre de 2011
En un par de semanas
Ya me han
recetado
soledad
alguna vez.
Por suerte
o por desgracia.
No lo sé.
Perdona que me
ría en tu cara,
pero las lágrimas
que tú me robaste
las uso ahora
para saciarme
la sed.
¿Qué carajo
eres tú
comparado
con lo que
yo pasé?
Que la sangre
de los cortes
no te engañe.
Nunca me verás
caer.
Los charcos
también se secan
en el suelo del corazón
cuando las noches
se amontonan
sobre las mañanas.
Seguramente
me olvide
de tu culo
en un par de semanas.
Seguramente
me olvide
de tu culo
en un par de semanas.
recetado
soledad
alguna vez.
Por suerte
o por desgracia.
No lo sé.
Perdona que me
ría en tu cara,
pero las lágrimas
que tú me robaste
las uso ahora
para saciarme
la sed.
¿Qué carajo
eres tú
comparado
con lo que
yo pasé?
Que la sangre
de los cortes
no te engañe.
Nunca me verás
caer.
Los charcos
también se secan
en el suelo del corazón
cuando las noches
se amontonan
sobre las mañanas.
Seguramente
me olvide
de tu culo
en un par de semanas.
Seguramente
me olvide
de tu culo
en un par de semanas.
Dime te quiero sin abrir la puta boca
No voy a mover un puto dedo. Ya es suficiente.
Siempre siendo tan bueno, tan inocente.
Demuéstrame que te importo, que tienes dos dedos de frente.
¿Es que tengo que gritar para que estés pendiente?
Ahora es a ti a la que le toca
decir te quiero sin abrir la puta boca.
Te toca, te toca.
Dime te quiero sin abrir la puta boca.
Siempre siendo tan bueno, tan inocente.
Demuéstrame que te importo, que tienes dos dedos de frente.
¿Es que tengo que gritar para que estés pendiente?
Ahora es a ti a la que le toca
decir te quiero sin abrir la puta boca.
Te toca, te toca.
Dime te quiero sin abrir la puta boca.
¿En qué piensas?
Tú ves.
Yo miro.
Tú andas.
Yo camino.
Tú arrojas.
Yo tiro.
Tú eres el final.
Yo el destino.
Por mucho que te bese,
tus labios seguirán siendo tuyos,
los míos seguirán siendo míos.
Y en el hueco de nuestras manos pegadas
habrá siempre un trozo de vacío.
Quédate quieta. No te muevas
si quieres que sea la bomba de luz
que espante a los murciélagos de tu cueva.
¿Qué te estás guardando?
¿En qué piensas?
¿En qué estás pensando?
¿Qué te estás guardando?
¿En qué piensas?
¿En qué estás pensando?
Yo miro.
Tú andas.
Yo camino.
Tú arrojas.
Yo tiro.
Tú eres el final.
Yo el destino.
Por mucho que te bese,
tus labios seguirán siendo tuyos,
los míos seguirán siendo míos.
Y en el hueco de nuestras manos pegadas
habrá siempre un trozo de vacío.
Quédate quieta. No te muevas
si quieres que sea la bomba de luz
que espante a los murciélagos de tu cueva.
¿Qué te estás guardando?
¿En qué piensas?
¿En qué estás pensando?
¿Qué te estás guardando?
¿En qué piensas?
¿En qué estás pensando?
domingo, 4 de diciembre de 2011
Pasarás y volveré a dejarte pasar
Pasarás y yo volveré a dejarte pasar.
Con tus taconazos, tu mini falda,
tus tetas, tus labios, tu olor,
con ese rollito de modelo que tienes al andar.
Y cuando tus ojos se crucen con los míos,
me haré el sueco y te dejaré de mirar.
Me pondré tras la trinchera de tu espalda,
observándote desde atrás.
Me cago en la puta qué buena estás.
Pensando en una cama, un baño, en cualquier lugar.
Si tu culo tiene su propia voz,
¿quién soy yo para ignorar?
Te lo daba todo, pero luego no te doy nada.
¿Dónde se coge el bus para llegar a tu hogar?
Pasarás y yo volveré a dejarte pasar.
Porque no sé por donde empezar,
no sé por donde empezar.
Pasarás y yo volveré a dejarte pasar...
Con tus taconazos, tu mini falda,
tus tetas, tus labios, tu olor,
con ese rollito de modelo que tienes al andar.
Y cuando tus ojos se crucen con los míos,
me haré el sueco y te dejaré de mirar.
Me pondré tras la trinchera de tu espalda,
observándote desde atrás.
Me cago en la puta qué buena estás.
Pensando en una cama, un baño, en cualquier lugar.
Si tu culo tiene su propia voz,
¿quién soy yo para ignorar?
Te lo daba todo, pero luego no te doy nada.
¿Dónde se coge el bus para llegar a tu hogar?
Pasarás y yo volveré a dejarte pasar.
Porque no sé por donde empezar,
no sé por donde empezar.
Pasarás y yo volveré a dejarte pasar...
jueves, 1 de diciembre de 2011
Por no matar
Volad,
vestidas
de sarcasmo,
las sonrisas.
Que me voy
a reír,
por no matar.
Con los zapatos
que yo te regalé
ahora me pisas.
Ya veo el cuidadito
que gastas
al andar.
La próxima vez,
a ver si
le pones bozal
a los perros
que salen de tu boca
porque en tu
mar de promesas,
tus palabras
no son más
que sus rocas.
La próxima vez,
ponte una
etiqueta
con la fecha
de caducidad
si luego
me vas
a esconder
la verdad.
Volad,
vestidas
de sarcasmo
las sonrisas.
Que me voy
a reír,
por no matar.
vestidas
de sarcasmo,
las sonrisas.
Que me voy
a reír,
por no matar.
Con los zapatos
que yo te regalé
ahora me pisas.
Ya veo el cuidadito
que gastas
al andar.
La próxima vez,
a ver si
le pones bozal
a los perros
que salen de tu boca
porque en tu
mar de promesas,
tus palabras
no son más
que sus rocas.
La próxima vez,
ponte una
etiqueta
con la fecha
de caducidad
si luego
me vas
a esconder
la verdad.
Volad,
vestidas
de sarcasmo
las sonrisas.
Que me voy
a reír,
por no matar.
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